VATICANO,
El Papa Francisco afirmó que "la ley penal" de la Iglesia "también es un instrumento pastoral". Así lo afirmó en la mañana de este viernes 21 de febrero durante la audiencia que concedió en el Palacio Apostólico del Vaticano a los participantes en la Plenaria del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos.
Debido a ese valor de la ley penal como instrumento pastoral, el Pontífice invitó a los miembros del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos a ayudar "a reflexionar sobre una genuina formación jurídica en la Iglesia, que haga comprender la pastoralidad del derecho canónico".
Porque "dar a conocer y aplicar las leyes de la Iglesia no es un obstáculo a la presunta 'eficacia' pastoral de quien quiere resolver los problemas sin el derecho, más bien garantiza la búsqueda de soluciones no arbitrarias, sino verdaderamente justas y, por ello, verdaderamente pastorales".
"Evitando soluciones arbitrarias", continuó el Santo Padre, "el derecho se convierte en un válido baluarte en defensa de los últimos y de los pobres, escudo protector de quien se arriesga a caer víctima de los poderosos de turno".
Por su parte, "el Obispo debe ser consciente de que, en su Iglesia, de la cual está constituido como pasto y jefe, es también juez entre los fieles a él confiados. Pero el papel de juez tiene siempre una impronta pastoral en cuanto que culmina en la comunión entre los miembros del pueblo de Dios".
Al contrario del legislador del Estado, explicó el Papa Francisco, "la pena canónica siempre tiene un significado pastoral, y persigue no solo una función de respeto del ordenamiento, sino también la reparación y, sobre todo, el bien del mismo culpable".