REDACCION CENTRAL,
Un sacerdote mantuvo firme la esperanza de los pasajeros de un crucero al que se le denegó la entrada a varios puertos por el temor al Coronavirus, pero que finalmente pudo desembarcar en Camboya este viernes 14 de febrero, tras descartarse cualquier peligro de infección.
El crucero Westerdam, que pertenece a la empresa Holland America, permaneció en el mar cerca de dos semanas tras visitar Hong Kong, ciudad con cerca de 50 casos de una variedad de Coronavirus identificada como COVID-19. Previo al desembarco, habían sido rechazados por las autoridades de Taiwán, Filipinas, Guam y Tailandia.
Además de los 1.455 pasajeros y 802 tripulantes, al interior del crucero iba un sacerdote del Apostolado del Mar de los Estados Unidos de América, cuyo nombre se pidió que se mantenga en reserva. Él se encargó de que los pasajeros tengan compañía espiritual, reciban los sacramentos y tengan mejores ánimos para afrontar la difícil situación.
En declaraciones a ACI Prensa, Doreen M. Badeaux, secretaria general del Apostolado del Mar de los Estados Unidos de América, informó que los pasajeros "estaban muy preocupados al principio", por lo que el sacerdote decidió "escribir una novena para el Coronavirus y, los que asistían a Misa diariamente a bordo, comenzaron a rezarla todos los días". También la compartió con el capitán y le aseguró que oraría por él y su tripulación.
Badeaux dijo que el personal del barco fue muy diligente con respecto a la higiene a bordo, y todos los días se tomaba la temperatura a los pasajeros. Luego, cuando las tensiones comenzaron a disminuir, estos últimos comenzaron "a bromear sobre cuán preocupadas estaban sus familias en casa. ¡Les decían que estaban realmente bien y que disfrutaban de excelente comida y espectáculos!".
El sacerdote a bordo de Westerdam ofrecía Misa diaria, Misa de fin de semana y Misa para la tripulación, que normalmente se celebraba el domingo alrededor de las 11 de la noche. Además, estaba disponible para asesoramiento, atención pastoral, confesiones y conversaciones con cualquier persona a bordo, independientemente de su fe.