Con la ayuda del entonces presidente de Estados Unidos, Abraham Lincoln, una de las comunidades católicas afroamericanas en el área de Washington D.C. comenzó la fundación de su propia parroquia durante el apogeo de la Guerra Civil, en el siglo XIX.
En 2020, el párroco de la histórica parroquia afroamericana Holy Comforter-St. Cyprian, Mons. Charles Pope, en Washington D.C., señaló a CNA –agencia en inglés del grupo ACI– que los prejuicios raciales han jugado un papel importante en la historia católica de la región.
El sacerdote explicó que los feligreses blancos imponían la segregación racial, obligando a los católicos afroamericanos a sentarse en la parte trasera de la iglesia o en el coro, y a recibir la Comunión después de que los católicos blancos lo hubieran hecho.
Los católicos afroamericanos, recordó el sacerdote, "tenían muchas razones para abandonar la fe católica al ser tratados así, pero no lo hicieron. Se quedaron, trabajaron, construyeron su propia iglesia".
"Es una historia notable de resiliencia", resaltó Mons. Pope.