Los fines de semana, Nonco enseñó religión a estudiantes de escuelas públicas y organizó La Liga del Sagrado Corazón, que distribuía folletos mensuales alrededor de la comunidad sobre la devoción. También organizó obras creativas para Navidad y otras fiestas especiales que retrataban historias bíblicas, vidas de los santos y la devoción al Sagrado Corazón de manera dramática.
"Mediante el uso del drama, compartió su amor apasionado por Cristo con sus alumnos y toda la comunidad. De esta manera, abrió no solo las mentes sino también los corazones de sus alumnos", dijo Hardy. Nonco finalmente recibió la medalla Pro Ecclesia Et Pontifice del Papa Pío XII en 1953, "en reconocimiento a su servicio dedicado y humilde a la Iglesia Católica", dijo Hardy.
"Esta condecoración papal es uno de los más altos honores otorgados a los fieles laicos", agregó Hardy. "Durante 24 años más hasta su muerte en 1977, a la edad de 89 años, Nonco extendió continuamente la devoción al Sagrado Corazón de Jesús por un total de 68 años hasta el día de su muerte, el 6 de junio de 1977, que fue la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús", dijo Hardy.
3. P. Joseph Verbis LaFleur
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El representante de los Amigos del P. Joseph Verbis LaFleur, P. Mark Ledoux, dijo en la ceremonia que el capellán militar es más recordado por su heroico servicio durante la Segunda Guerra Mundial.
"El P. Joseph Verbis LaFleur vivió una vida extraordinaria en solo 32 años", dijo Ledoux.
El P. LaFleur nació el 24 de enero de 1912 en Ville Platte (Lousiana). Aunque provenía de "un hogar muy humilde y roto", P. LaFleur había soñado durante mucho tiempo con ser sacerdote, dijo el P. Ledoux.
Durante sus vacaciones de verano en el Seminario de Notre Dame en Nueva Orleans, el P. LaFleur pasaba su tiempo enseñando catecismo y apoyando en la primera comunión.
Fue ordenado sacerdote el 2 de abril de 1938 y solicitó ser capellán militar, justo antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Inicialmente, su solicitud fue denegada por su obispo, pero cuando el sacerdote lo solicitó por segunda vez, se la concedió.
"Como capellán demostró heroísmo más allá del cumplimiento del deber, ganando la Cruz de Servicio Distinguido, el segundo honor más alto para el valor", señaló el P. Ledoux.