VATICANO,
Durante la Audiencia General de este miércoles 5 de febrero, el Papa Francisco animó a no cansarse de pedir perdón, de no dejarse llevar por el orgullo y cultivar la pobreza de espíritu, "porque de los pobres de espíritu es el Reino de Dios".
El Pontífice continuó con la serie de catequesis sobre las Bienaventuranzas del Evangelio de San Mateo. Jesús comienza "proclamando su camino para la felicidad con un anuncio que resulta paradójico: 'Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos'".
Según explicó el Pontífice, se trata de "un camino sorprendente y un extraño objeto de beatitud: la pobreza".
"Debemos preguntarnos: ¿qué es lo que se entiendo aquí con 'pobres'?", se preguntó el Papa. "Si Mateo usara sólo esta palabra, el significado sería simplemente económico, es decir, indicaría las personas que tienen pocos medios o ningún medio de vida y que necesitan la ayuda de los demás".
Sin embargo, "el Evangelio de Mateo, a diferencia del de Lucas, habla de 'pobres de espíritu'. ¿Qué quiere decir? El espíritu, según la Biblia, es el soplo de vida que Dios transmitió a Adán; es nuestra dimensión más íntima, digamos la dimensión espiritual, la más íntima, aquella que nos hace personas humanas, el núcleo profundo de nuestro ser".
Por lo tanto, "los 'pobres de espíritu' son aquellos que son y se sienten pobres, mendicantes, en lo íntimo de su ser. Jesús los proclama bienaventurados porque ellos pertenecen al Reino de los cielos".