Eduardo Bertea, miembro del Equipo Nacional de Pastoral Aborigen de Argentina (Endepa), denunció la indiferencia y la falta de soluciones estructurales que mejoren las condiciones de vida de las comunidades aborígenes del país y eviten la muerte de más personas.
En los últimos días se informó de la muerte de seis niños de la comunidad wichí en Salta, norte del país, a raíz de la pobreza y desnutrición que padecían.
Al respecto, la provincia de Salta decretó "emergencia sanitaria y social" durante seis meses para priorizar iniciativas en el ámbito de la salud integral, detectar casos de emergencia y encaminar acciones que reviertan esta situación.
Eduardo Bertea, que conoce hace más de 30 años la situación, explicó que para muchos argentinos "la realidad indígena les resulta ajena y distante, sobre todo a quienes viven en las grandes ciudades, debido a la gran diversidad y extensión del territorio".
"En muchos lugares las comunidades indígenas mantienen su lengua, su cultura, sus costumbres, su entorno. Es el caso del grupo wichí, que hicieron noticia por las muertes recientes, viven en el monte chaqueño distribuidos en las provincias de Formosa, El Chaco y Salta", agregó.
En conversación con ACI Prensa, Bertea dijo que el primer factor de amenaza para estos pueblos es la "ampliación de la frontera agrícola que se va expandiendo sobre los asentamientos indígenas con los cultivos nuevos transgénicos".