Los obispos de Estados Unidos manifestaron su oposición a la ampliación de restricciones para la inmigración, establecida recientemente por la administración de Donald Trump.
El pasado 31 de enero la administración Trump expandió las restricciones de viaje para incluir a quienes buscan emigrar a Estados Unidos desde Nigeria, Sudán, Tanzania, Eritrea, Myanmar y Kyrgyzstán.
En su anuncio, la Casa Blanca señala que cada uno de estos seis países tiene serias deficiencias para compartir información sobre terroristas, criminales o identidades de estos con Estados Unidos.
"La medida que restringe más la inmigración mina los esfuerzos para reunificar familias y hará más difícil asegurar la ayuda para los que se ven obligados a emigrar de los países designados", señala una declaración de los obispos estadounidenses del 2 de febrero.
"Respetamos la existencia de desafíos para asegurar el intercambio de información entre países para asegurar la documentación de los viajeros, como un medio de salvaguardar la seguridad de los ciudadanos. Sin embargo también creemos que las prohibiciones mal concebidas como estas dañan a las familias inocentes. Urgimos por ello a la administración a revertir esta acción y considerar los costos humanos y estratégicos de estas prohibiciones dañinas", indicaron.
La declaración está firmada por Mons. Mario Dorsonville, Obispo Auxiliar de Washington y jefe del Comité de Asuntos Ecuménicos e Interreligiosos; Mons. Jaime Soto, Obispo de Sacramento y Jefe de la Catholic Legal Immigration Network, Inc.; Sean Callahan, presidente de Catholic Relief Services; y la hermana Donna Markham, presidente de Catholic Charities USA.