La iglesia de São Benedito, en Nova Iguaçu (Brasil), fue profanada por unos desconocidos el 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor, y se llevaron, "entre otras cosas, el recipiente que contiene las hostias consagradas".
La comunidad de São Benedito pertenece a la parroquia de la Catedral de Santo Antônio de Jacutinga. La Diócesis de Nova Iguaçu publicó una nota del Obispo local, Mons. Gilson Andrade da Silva, que lamenta el hecho y convoca a los fieles a un acto de desagravio el 5 de febrero.
"Profanar el Santísimo Sacramento es un acto de violencia que golpea y perjudica a toda la comunidad de fieles cristianos y no solo a la comunidad local que fue víctima del vandalismo", expresa el Prelado.
En este sentido, Mons. Andrade recuerda que el Concilio Vaticano II afirma que 'en la santísima Eucaristía está contenida todo el tesoro espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua y el pan vivo que da vida a los hombres a través de su carne avivada y avivada por el Espíritu Santo'".
"Lamentamos profundamente que tales actitudes se repitan en nuestros días y queremos arrepentirnos por la falta de amor con que se trató el Sacramento del Amor", expresa. El Obispo dijo que se realizará "una celebración penitencial, junto con la celebración Eucarística, como un acto de desagravio a Jesús Sacramentado" el miércoles 5 de febrero a las 6:00 p.m. en la Iglesia de São Benedito.