VATICANO,
El Papa Francisco defendió los cuidados paliativos para los enfermos terminales porque, además de ofrecer el cuidado médico al paciente, le abre "la puerta a la esperanza".
El Santo Padre hizo esta defensa durante la audiencia que concedió en la mañana de este jueves 30 de enero a los participantes en la Asamblea Plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Desde el Palacio Apostólico del Vaticano, el Papa advirtió que "el contexto socio-cultural actual está progresivamente erosionando la conciencia respecto a aquello que hace preciosa la vida humana. Vida humana que, con frecuencia, es evaluada en función de su eficiencia y utilidad, hasta el punto de considerar 'vidas descartadas' o 'vidas indignas' aquellas que no responden a tales criterios".
Recordó el Papa que "una sociedad merece la calificación de 'civil' si desarrolla anticuerpos contra la cultura del descarte; si reconoce el valor intangible de la vida humana; si la solidaridad es practicada de forma efectiva y salvaguardada como fundamento de la convivencia".
Dijo que "el tema del cuidado de los enfermos en su fase crítica y terminal de la vida, llama a la Iglesia a asumir su misión de reescribir la 'gramática' del hacerse cargo y asumir el cuidado de la persona que sufre". "Sin la compasión, quien mira no se implica en aquello que observa y pasa de largo; en cambio, quien tiene un corazón compasivo se implica, se detiene y se preocupa", señaló.
El Pontífice exhortó a crear, alrededor del enfermo, "una plataforma humana de relaciones que, además de favorecer el cuidado médico, abra la puerta a la esperanza, especialmente en aquellas situaciones-límite en las que el mal físico se acompaña de desaliento emotivo y angustia espiritual".