VATICANO,
El Papa Francisco pidió a los cristianos que no sean "prisioneros de la formalidad" y que no se avergüencen de sentir alegría por recibir la Palabra de Dios. El Pontífice, durante la Misa celebrada este martes 28 de enero en Casa Santa Marta, aseguró que la Iglesia no puede ir adelante con "evangelizadores aburridos".
"La Iglesia no irá adelante, el Evangelio no irá adelante con evangelizadores aburridos, amargados. No. Sólo irá adelante con evangelizadores alegres, llenos de vida. La alegría de recibir la Palabra de Dios, la alegría de ser cristianos, la alegría de avanzar, la capacidad de hacer fiesta sin avergonzarse".
El Santo Padre reflexionó en su homilía sobre la alegría cristiana a partir del fragmento de la primera lectura de la Misa, del Libro de Samuel, en la que se describe la fiesta del pueblo de Israel tras el regreso a Jerusalén del Arca de la Alianza, que había sido sustraída.
"El pueblo de Dios estaba alegre porque Dios estaba con ellos", subrayó Francisco. Esa alegría es tan grande que el mismo rey David empezó a bailar delante del pueblo: "Expresa su alegría sin vergüenza, porque es la alegría espiritual del encuentro con el Señor: Dios ha regresado con nosotros y eso nos produce mucha alegría".
La felicidad de David ante el regreso del Arca de la Alianza le lleva a compartir la fiesta con el pueblo, porque "David no piensa que el rey deba distanciarse de la gente". "David ama al Señor, está feliz por el regreso del Arca. Expresa esta felicidad, esta alegría bailando, y seguramente también cantaba, como todo el pueblo".
Esa alegría de David y del pueblo de Israel es la misma que experimenta el cristiano "cuando estamos con el Señor".