VATICANO,
El Papa Francisco animó a obispos y pastores a confiar a los buenos matrimonios la tarea evangelizadora que muestre la belleza de la familia cristiana.
Así lo indicó el Santo Padre este 25 de enero en el Vaticano al inaugurar el año judicial del Tribunal de la Rota Romana.
En su discurso, el Pontífice recordó su catequesis de la audiencia general del miércoles 13 de noviembre de 2019 en la cual reflexionó sobre los esposos Áquila y Priscila como modelos de vida conyugal y preguntó: "¿por qué este modelo de cónyuges itinerantes no ha tenido, en la pastoral de la Iglesia, su propia identidad como cónyuges evangelizadores?".
"Esto es lo que nuestras parroquias necesitarían, especialmente en las áreas urbanas, donde el párroco y sus colaboradores nunca tendrán tiempo y fuerza para llegar a fieles que, aunque se declaran cristianos, permanecen ausentes de la frecuencia de los sacramentos y carecen, o casi, del conocimiento de Cristo", advirtió.
En esta línea, el Papa señaló que en la reforma del proceso matrimonial insistió en la importancia de la "proximidad y la gratuidad" por lo que invitó a los esposos cristianos a aprender de Áquila y Priscila para "enamorarse de Cristo y estar cerca de las familias, a menudo privadas de la luz de la fe, no por su culpa subjetiva, sino porque quedan al margen de nuestro cuidado pastoral: cuidado pastoral de élite que olvida a la gente".
"¡Cuánto me gustaría que este discurso no sea solamente una sinfonía de palabras, sino que empuje, por un lado, a pastores, obispos, párrocos a tratar de amar, como lo hizo el apóstol Pablo, a las parejas casadas como misioneros humildes y disponibles a ir a aquellas plazas y a aquellos edificios de nuestras metrópolis, en los que la luz del Evangelio y la voz de Jesús no llega!", exclamó el Papa.