VATICANO,
"Necesitamos respirar la verdad de las buenas historias; historias que construyan, no que destruyan, historias que ayuden a reencontrar las raíces y la fuerza para avanzar juntos". Así se expresa el Papa Francisco en el mensaje con motivo de la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que tendrá lugar el 24 de mayo.
El mensaje, difundido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede este viernes 24 de enero, se divide en 5 secciones o capítulos diferentes. En el primero de ellos, bajo el epígrafe de "tejer historias", se recuerda que "el hombre es un ser narrador. Desde la infancia tenemos hambre de historias como tenemos hambre de alimentos. Ya sean en forma de cuentos, de novelas, de películas, de canciones, de noticias…, las historias influyen en nuestra vida, aunque no seamos conscientes de ello".
Sin embargo, en el segundo capítulo el Pontífice advierte que "no todas las historias son buenas". Llamó la atención sobre "cuántas historias nos narcotizan, convenciéndonos de que necesitamos continuamente tener, poseer, consumir para ser felices".
"Casi no nos damos cuenta de cómo nos volvemos ávidos de chismes y de habladurías, de cuánta violencia y falsedad consumimos. A menudo, en los telares de la comunicación, en lugar de relatos constructivos, que son un aglutinante de los lazos sociales y del tejido cultural, se fabrican historias destructivas y provocadoras, que desgastan y rompen los hilos frágiles de la convivencia".
Por ello, advirtió que "recopilando información no contrastada, repitiendo discursos triviales y falsamente persuasivos, hostigando con proclamas de odio, no se teje la historia humana, sino que se despoja al hombre de la dignidad".
Frente a esas malas historias, "necesitamos sabiduría para recibir y crear relatos bellos, verdaderos y buenos. Necesitamos valor para rechazar los que son falsos y malvados".