China impondrá nuevas restricciones a grupos, organizaciones, reuniones y otros eventos relacionados a la religión a partir del 1 de febrero.
Los medios estatales del país anunciaron la nueva política el 30 de diciembre, después de que las autoridades chinas se movieran para reprimir aún más a los católicos en la Arquidiócesis de Fuzhou que se niegan a unirse a la Asociación Patriótica Católica China (CPCA por sus siglas en inglés).
De acuerdo a UCA News, las nuevas "medidas administrativas para grupos religiosos", que consisten en seis secciones y 41 artículos, controlarán todos los aspectos de la actividad religiosa dentro de China y exigirán que todas las religiones y creyentes en China cumplan con las regulaciones emitidas por el Partido Comunista Chino, que debe ser reconocida como la autoridad superior.
"Las organizaciones religiosas deben adherirse a la dirección del Partido Comunista Chino, observar la constitución, leyes, reglamentos, ordenanzas y políticas, al principio de independencia y autogobierno, a las directivas sobre religiones en China, implementar los valores de socialismo", señala el artículo 5 de las nuevas políticas.
En el artículo 17 se establece que "las organizaciones religiosas deben difundir los principios y políticas del Partido Comunista Chino", también requieren que "el personal religioso y los creyentes apoyen el liderazgo del Partido Comunista Chino, el sistema socialista, y sigan el camino del socialismo con características chinas".
Otros artículos en las nuevas medidas establecen que las organizaciones religiosas "deben establecer un sistema de aprendizaje" para capacitar a los empleados en la alineación con las políticas del Partido Comunista Chino, y también requiere que las autoridades gubernamentales participen en la selección de oficiales religiosos.