VATICANO,
El Papa Francisco urgió a los cristianos a diferenciar entre el Espíritu Santo y el espíritu del mundo, a saber si "aquello que tengo del corazón viene de Dios o del espíritu del mundo".
Durante la Misa celebrada este martes 7 de enero en la Casa Santa Marta el Papa hizo hincapié en que "se puede estar en la ciudad más pecadora, en la sociedad más atea, pero si el corazón permanece con Dios, ese hombre llevará consigo la salvación".
En su homilía recordó el episodio de los Hechos de los Apóstoles en el que se narra cómo los apóstoles llegaron a una ciudad y se encontraron con cristianos bautizados por Juan Bautista. Sin embargo, desconocían que existiese el Espíritu Santo.
En ese sentido, Francisco lamentó que mucha gente sólo identifica al Espíritu Santo con una paloma e ignoran que "es el que te hace permanecer en el Señor, que es la garantía, la fuerza para permanecer en el Señor".
Advirtió contra el espíritu del mundo que se opone al Espíritu Santo: "Jesús, en la Última Cena, no pide al Padre que aparte a sus discípulos del mundo, sino, que los proteja del espíritu del mundo, que es lo contrario".
El espíritu del mundo "es peor que cometer un pecado. Es una atmósfera que te hace inconsciente, que te lleva a un lugar en el que no se sabe distinguir el bien del mal".