El presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), Mons. José Luis Azuaje, envió un mensaje de esperanza a todos sus compatriotas, para hacer frente a la tentación del miedo y la incertidumbre
"Como pueblo venezolano, sabemos los sufrimientos vividos en los últimos años, pero por más que 'aprieten', el pueblo con dignidad sabe que siempre hay un mañana que fortalece el espíritu de lucha en la búsqueda del bien común, la verdad y la libertad. No hay vuelta atrás", afirma el también Arzobispo de Maracaibo en un texto con fecha 31 de diciembre.
La propuesta, indica el Prelado venezolano, "nos la da el Dios de la vida: 'he venido para que todos tengan vida, y vida en abundancia' (Jn 10,10). Pero esta vida no cae del cielo, sino que se construye desde los valores que fortalecen el ímpetu de lucha en la sociedad: la honestidad, la verdad, la paz, la justicia y la solidaridad".
A "quienes han sentido la tentación de declinar ante el miedo y la incertidumbre, les doy la buena noticia: 'un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado y la soberanía reposará sobre sus hombros' (Is 9,6)".
"Recibamos el nuevo año desde nuestros propios contextos de vida, aquellos que se encuentren solos porque su familia ha emigrado vayan al pesebre, y abracen a la familia de Belén que también fue migrante; abracen a sus seres queridos con el compromiso de 'ser sujetos' de esta historia para hacer de ella, una historia viva del pueblo y no dejar que otros hagan de ella una ficción. No olvidemos a los más pobres y descartados, que sepamos leer en sus sufrimientos el reclamo de Dios: '¿Dónde está tu hermano?'", escribió el presidente de la CEV.
El Arzobispo recordó luego que "cuando Jesús nació, existían todos los males que hoy encontramos en nuestro país. No pudo nacer en una casa, o una posada; nació en un establo, nació en medio de la pobreza. De esta manera quiso dignificar a los más pobres, a aquellos que sienten que ya no hay futuro, que la esperanza es un mito".