Tras varios intentos fallidos de probar la eficacia de fármacos abortivos en mujeres en Estados Unidos, la empresa Gynuity Health Projects eligió a Burkina Faso (África) para realizar sus nuevos estudios y probar los químicos con no nacidos de entre 12 y 22 semanas.
"Es cierto que las pruebas se están haciendo en Burkina Faso", dijo a ACI África un profesional de la salud que prefirió mantenerse el anonimato y que conoce de cerca estos estudios.
"Hubo mucha confusión cuando comenzaron las pruebas porque creo que la Iglesia las vio como una forma de legalizar el aborto", dijo.
Sobre los fármacos, el experto indicó que "usamos el misoprostol en el primer trimestre y sabemos que la combinación de misoprostol con mifepristone puede usarse para interrupciones (abortos) del segundo trimestre", cuando el bebé está bastante más desarrollado.
Con el uso de pastillas, refirió el profesional, se hace lo mismo que con el aborto, pero con la "ventaja de reducir la carga de trabajo para el personal médico".
Lo dicho por el profesional confirma lo descubierto en septiembre de este año por el Charlotte Lozier Institute (CLI), la entidad investigadora del grupo provida estadounidense Susan B. Anthony List.