REDACCION CENTRAL,
Después de que el Arzobispo Vincenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida, comentó a los periodistas que acompañaría y tomaría la mano de una persona mientras le aplican el suicidio asistido, dos sacerdotes y un cardenal ofrecieron sus puntos de vista.
En declaraciones a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– los religiosos explicaron lo que un sacerdote debe hacer si tiene enfrente a una persona que desea el suicidio asistido.
"Sentarse allí sosteniendo su mano como si no fuera gran cosa es un gran error. De hecho, creo que es bastante cruel. Creo que, como cultura, debemos pensar más en predicar sobre por qué el suicidio está mal", dijo el P. Pius Pietrzyk, presidente de estudios pastorales en el Seminario de San Patricio en Menlo Park, California.
El Arzobispo Vincenzo Paglia apareció en los titulares el 10 de diciembre al decir que estaría dispuesto a tomar la mano de alguien que muere por suicidio asistido, y que no lo ve como un apoyo implícito a la práctica.
"En este sentido, acompañar, tomar la mano de alguien que está muriendo, es, creo, un gran deber que todo creyente debe promover", dijo, y agregó que los fieles también deben proporcionar un contraste con la cultura del suicidio asistido.
Mons. Paglia dijo esto en la conferencia de prensa del 10 de diciembre que precedió a un simposio de dos días sobre cuidados paliativos, patrocinado por la Academia Pontificia para la Vida y la iniciativa WISH, parte de la Fundación Qatar.