CIUDAD DE MÉXICO,
Tras medio milenio de la llegada de los conquistadores españoles al actual México, con Hernán Cortés a la cabeza, ¿qué papel jugó la fe en ese proceso y qué rol tuvo la Virgen de Guadalupe?
La conquista española de América está plagada de versiones y análisis demasiado laudatorios y otros que la demonizan por completo.
No han faltado las exigencias contemporáneas de un pedido de perdón por parte de la actual España, como hizo repetidamente en los últimos meses el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Y por supuesto que la Iglesia Católica ha reconocido las "luces y sombras", como las señalaba San Juan Pablo II, de la Evangelización en América.
¿Pero cómo entender este proceso y ver en su justo nivel la figura de los conquistadores y de Hernán Cortés frente a los indígenas y especialmente a los mexicas (aztecas)?
Tras alcanzar en los primeros meses de 1519 territorio continental del actual México, Hernán Cortés llegó a Tenochtitlán, la actual Ciudad de México y entonces capital del imperio mexica, el 8 de noviembre. Casi dos años después, el 13 de agosto de 1521, los españoles, acompañados de aliados de otras tribus indígenas, tomaron definitivamente la ciudad.