VATICANO,
El Papa Francisco presidió en el Vaticano este domingo 15 de diciembre la celebración del Simbang-Gabi (Misa de la noche), una antigua tradición cristiana de Filipinas de preparación para la Navidad en el contexto del Adviento.
En la homilía de la Misa, el Santo Padre señaló que, aunque la salvación se ofrece a toda la humanidad, "el Señor manifiesta una ternura especial por los más vulnerables, los más pobres de su pueblo".
"Son los vulnerables los que merecen una mirada de amor especial por parte de Dios son los oprimidos, los hambrientos, los prisioneros, los forasteros, los huérfanos y las viudas. Son los habitantes de las periferias existenciales de ayer y de hoy", destacó.
Esa opción por los últimos se refleja en Jesucristo, "que hace prodigios a favor de su pueblo, en particular de los más pequeños y frágiles. Tales prodigios son los signos de la presencia de su Reino".
En ese sentido, señaló que hoy "los habitantes de las periferias existenciales continúan siendo muchos", por ello, "debemos pedir al Señor que renueve el milagro de la Navidad cada año, ofreciéndonos nosotros mismos como instrumentos de su amor misericordioso hacia los últimos".
"Para prepararnos adecuadamente a esta nueva efusión de gracia, la Iglesia nos ofrece el tiempo de Adviento, en el cual estamos llamados a despertar en los corazones la espera y a intensificar nuestra oración".