VATICANO,
El Papa Francisco afirmó que "el Niño que yace en el pesebre tiene el rostro de nuestros hermanos y hermanas más necesitados".
El Santo Padre aseguró, citando una frase de la Carta Apostólica Admirabile signum, que "los pobres son los privilegiados de este misterio (el Niño Dios en el pesebre) y, con frecuencia, son los que mayormente logran reconocer la presencia de Dios en medio de nosotros".
En las palabras previas al rezo del Ángelus, este domingo 15 de diciembre en la Plaza de San Pedro, el Pontífice señaló que "el Adviento es tiempo de gracia. Nos dice que no basta creer en Dios: es necesario purificar cada día nuestra fe".
"No se trata de prepararse para dar la bienvenida a un personaje de cuento de hadas", advirtió, "sino, al Dios que nos interpela, que nos involucra y, ante el cual, se impone una elección".
El Santo Padre explicó que "en este tercer Domingo de Adviento, conocido como el 'domingo de la alegría', la Palabra de Dios nos invita, por una parte, a la alegría y, por otra, a la conciencia de que la existencia también incluye momentos de duda, en los cuales nos cuesta creer".
Por ello, subrayó que "alegría y duda son experiencias ambas que forman parte de nuestra vida".