Este 12 de diciembre el Papa Francisco celebró por séptima vez en su pontificado la Misa en honor a la Virgen de Guadalupe, en la que improvisó una homilía en español para destacar tres adjetivos de esta advocación mariana: señora-mujer, madre y mestiza.
A continuación la homilía completa del Papa Francisco:
La celebración de hoy, los textos bíblicos que hemos escuchado, y la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe que nos recuerda el Nican mopohua, me sugieren tres adjetivos para ella: señora-mujer, madre y mestiza.
María es mujer. Es mujer, es señora, como dice el Nican mopohua. Mujer con el señorío de mujer. Se presenta como mujer, y se presenta con un mensaje de otro, es decir, es mujer, señora y discípula. A San Ignacio le gustaba llamarla Nuestra Señora. Y así es de sencillo, no pretende otra cosa: es mujer, discípula.
La piedad cristiana a lo largo de los tiempos siempre buscó alabarla con nuevos títulos: eran títulos filiales, títulos del amor del pueblo de Dios, pero que no tocaban en nada ese ser mujer-discípula.
San Bernardo nos decía que cuando hablamos de María nunca es suficiente la alabanza, los títulos de alabanza, pero no tocaban para nada ese humilde discipulado de ella. Discípula.