El Papa Francisco celebró este 12 de diciembre en la Basílica de San Pedro la Misa por la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, en la que destacó el carácter mestizo de esta aparición con la que María se hizo madre de toda la humanidad.
En una homilía improvisada en español, el Pontífice afirmó que si bien los hombres dan diferentes títulos a la Virgen como parte de su amor filial, estos "no tocaban en nada ese ser mujer discípula" de María, que además es madre y mestiza.
"San Bernardo nos decía que cuando hablamos de María nunca es suficiente la alabanza, los títulos de alabanza, pero no tocaban para nada ese humilde discipulado de ella. Discípula, fiel a su Maestro que es su Hijo, el único Redentor. Jamás quiso para sí tomar algo de su Hijo, jamás se presentó como co-redentora. Discípula", expresó.
María, reiteró, "nunca robó para sí nada de su Hijo. Lo sirvió porque es Madre. Da la vida, en la plenitud de los tiempos, como escuchamos, a ese Hijo nacido de mujer".
Asimismo, Francisco abordó el carácter femenino de la Iglesia. "Algún santo padre dice que lo que se dice de María se puede decir a su manera de la Iglesia y a su manera del alma nuestra, porque la Iglesia es femenina, y nuestra alma tiene esa capacidad de recibir de Dios la gracia, y en cierto sentido los padres la veían como femenina. No podemos pensar la Iglesia sin este principio mariano que se extiende".