Con el objetivo de alcanzar la justicia y la paz necesaria para Chile, las comunidades de todo el país se consagraron a la Virgen María este domingo 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción.
Junto con peregrinar a los distintos santuarios, los fieles rezaron especialmente la Oración por Chile en la que se pidió a la Virgen del Carmen, patrona del país, su protección y docilidad para escuchar y abrazar el amor de Jesús y de esta forma lograr "una gran nación de hermanos donde cada uno tenga pan, respeto y alegría", versa la oración.
Uno de las localidades que congregó cientos de fieles fue el Santuario de la Inmaculada Concepción en Lo Vásquez, Diócesis de Valparaíso.
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El Administrador Apostólico de Valparaíso, Mons. Pedro Ossandón, expresó que donde hay una "patria fracturada, herida por el dolor de tantos pobres, una deuda social, una crisis que también es moral, política, económica" ahí también hay "fe", porque "es posible soñar" con la unidad y la comunión fraterna, "eso venimos a rezar porque la Virgen María nos enseña".
"Ella en la peor crisis de la Iglesia Católica, la que sufrió la Virgen María cuando su hijo Jesucristo fue juzgado como inocente en la cruz y murió clavado derramando su sangre por amor a nosotros. ¿Qué nos enseña la Virgen María? Que para Dios nada es imposible. Creamos eso, por lo tanto, es posible aprender a dialogar", reflexionó.