ROMA,
Al recibir la reliquia de la Cuna de Jesús, el Custodio de Tierra Santa, Fray Francesco Patton, expresó su agradecimiento al Papa Francisco y le aseguró que este fragmento llevará "la alegría del Evangelio" a las distintas comunidades cristianas en la región.
El 29 de noviembre, al llegar la reliquia a Jerusalén, Fray Francesco Patton destacó que "es un día de gran fiesta también porque recibimos un fragmento de esa sagrada cuna que nos recuerda el misterio de la encarnación, tan querido por San Francisco y fundamento y modelo de nuestra propia vocación".
En su mensaje al Nuncio Apostólico en Israel y Delegado Apostólico en Jerusalén y Palestina, Mons. Leopoldo Girelli, el Custodio de Tierra Santa le pidió que "le haga llegar al Santo Padre el Papa Francisco todo nuestro agradecimiento por este regalo".
Al presidir la Misa, concelebrada con Fray Francesco Patton, el director del Centro Notre Dame, P. Juan Solana y otros sacerdotes, Mons. Girelli subrayó que "la reliquia de madera dirige nuestra mirada al Calvario, marcando la unidad entre el misterio pascual y la Navidad".
"La intromisión del amor de Dios en la historia de los hombres pasa por la madera, que se presenta como madera de la cruz y como madera del pesebre", dijo.
"Ante nosotros tenemos un fragmento embellecido: acariciado por las tiernas manos de María, por las callosas de José y rozado por las minúsculas manos del recién nacido divino", señaló el Nuncio, y expresó que el deseo de la reliquia a Belén "suscite en nosotros el deseo profundo de ser portadores de Dios. Ahora nuestro corazón debe ser el pesebre: cuna sagrada de Dios hecho hombre".