El padre Christian Viña, párroco del Sagrado Corazón de Jesús, de Cambaceres en Buenos Aires (Argentina) explicó qué significa para él vestir el hábito sacerdotal en todo momento a pesar de lo cuestionado que puede estar esta sencilla acción en estos tiempos.
En la reflexión titulada "¡Amo mi sotana!" el P. Viñas explica que "Cristo nos envía, todo el tiempo a hijos para alimentar, consolar, corregir, enseñar, y santificar. Claro que, para ello, debemos mostrarnos y nos deben ver disponibles".
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El P. Viñas considera que "el distintivo sacerdotal" es la sotana "imprescindible para identificarnos sobre lo que somos: ¡Sacerdotes del Señor!; muertos para el mundo, para que otros vivan, y vivan en abundancia (Jn 10, 10). Y en el mundo, pero no del mundo (Jn 15, 19)", citó las Escrituras.
"La sotana, por supuesto, nunca pasa inadvertida. Nos ubica, nos distingue, nos preserva, y nos presenta en sociedad. Y, en una sociedad como la nuestra, donde los ideólogos del odio siembran todo el tiempo aversión contra los uniformados, desde los clérigos y las monjas, hasta los militares y policías, pasando por los porteros de hoteles y edificios, constituye una clara identificación de lo que uno es, y para Quién es", asegura.
Al vestir la sotana, "recibimos desde elogios encendidos, hasta insultos violentos; desde pedidos de confesiones hasta espontáneos desahogos; desde demanda de consejos, hasta solicitudes de bendiciones para familias enteras, en plena vía pública" dice el P. Viñas.