El Comisario Apostólico para el Instituto Próvolo y Obispo Auxiliar de La Plata (Argentina), Mons. Alberto Bochatey, manifestó su esperanza porque la condena de los involucrados traiga paz y alivio a las víctimas.
"Respetamos la decisión judicial de Mendoza y esperamos que traiga paz a las víctimas que han sufrido tanto y también algo de alivio en medio de tanto dolor y de tantas heridas", expresó Mons. Bochatey en un comunicado.
Los jueces del Tribunal Penal de Mendoza condenaron el 25 de noviembre a 42 años de prisión al sacerdote Nicola Corradi, a 45 años de cárcel a Horacio Corbacho, y a 18 años de cárcel al laico Armando Gómez, todos, por abusar de niños sordomudos en el Instituto Próvolo.
Desde noviembre de 2016, cuando se presentó la primera denuncia, la investigación arrojó 43 hechos de abusos sexuales, maltratos y corrupción de los menores sordos.
Durante el juicio, que se inició en agosto de 2019, se presentaron más de 10 víctimas de abusos sexuales, quienes fueron ayudados por intérpretes de lenguaje de señas.
"Lo sucedido ha hecho también un daño inmenso a la Iglesia de Mendoza, de la Argentina y del mundo", aun así "es imprescindible que como Iglesia podamos reconocer y condenar con dolor y vergüenza las atrocidades cometidas por personas consagradas, clérigos e incluso por todos aquellos que tenían la misión de velar y cuidar a los más vulnerables".