La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) compartió el testimonio de un sacerdote misionero nigeriano de 45 años que sirve a una tribu nómada en una región remota de Etiopía en África.
"Es la mejor experiencia que he tenido como sacerdote. Mi fe se ha fortalecido aún más. Puedo ayudar a la gente que no puede ayudarse a sí misma. Puedo ayudarles a conocer mejor a Dios y, de ese modo, les doy vida. Eso es lo mejor que me podía haber pasado", compartió el P. Kenneth, sacerdote espiritiano, en el testimonio difundido por ACN.
"Cuando aún era seminarista, un sacerdote regresó de Etiopía. Era una persona muy buena y modesta, pensé que también yo quería ir a Etiopía. No sabía nada de este país, pero quería ir. Antes de ser ordenados, pudimos escoger tres lugares en el mundo donde nos gustaría llevar a cabo nuestro ministerio, escribí en primer y segundo lugar Etiopía; en tercero, Nigeria", relató.
Desde hace siete años, el sacerdote es misionero entre los borana, una tribu nómada tradicional del sur de Etiopía. Si bien hoy en día muchas familias se han hecho sedentarias, algunas de ellas todavía se desplazan con sus rebaños por la zona.
"Mi primera impresión fue que realmente es una zona muy remota. Es parte del carisma de nuestra orden trabajar en regiones remotas donde la Iglesia tiene dificultades".
Hoy este sacerdote es párroco de la parroquia de la Santa Cruz de Dhadim. De los nueve mil habitantes del lugar, cinco mil ya son católicos y muchos otros quieren bautizarse.