Los obispos de Panamá, Guatemala, Costa Rica y el CELAM se solidarizaron con los obispos de Nicaragua ante la persecución que sufre esta Iglesia por parte del gobierno.
En los últimos días distintos templos católicos como la Catedral de Managua y la Parroquia San Miguel Arcángel en la localidad de Masaya, han sido asediados y atacados por partidarios afines al gobierno de Ortega.
Un sacerdote y una religiosa fueron golpeados en la Catedral, templo del que ya han salido algunas madres que protestaron allí contra la detención de sus familiares como presos políticos, por parte del régimen de Ortega.
Mientras tanto, en la parroquia San Miguel Arcángel, donde las autoridades cortaron la luz y el agua, se mantiene el P. Edwin Román, quien decidió quedarse para acompañar a un grupo de mujeres en huelga de hambre por la detención injusta de sus familiares.
En un comunicado titulado "Nos dueles la situación en Nicaragua", los obispos panameños indicaron que comparten el "dolor y la impotencia que vive el pueblo y la Iglesia Católica en Nicaragua, ante la intransigencia que lleva a violar derechos humanos fundamentales como es el derecho a la vida digna, la libertad de expresión y de protesta, la libertad de movilidad y la libertad religiosa".
"Nos solidarizamos con el Cardenal Leopoldo Brenes, Arzobispo de Managua, ante las agresiones que sufren sacerdotes y fieles, así como por los actos sacrílegos en la Catedra, y el asedio e intimidación en la Parroquia San Miguel Arcángel en Masaya. Condenamos estos actos de profanación y de agresión que hieren sensiblemente la fe del pueblo católico", indicaron.