En su tercer día en Tailandia, el Papa Francisco tuvo un encuentro con la vida religiosa y los alentó a no ceder a la tentación de pensar que son pocos, sino "pequeños instrumentos en las manos creadoras del Señor", y que su testimonio silencioso de fidelidad y generosidad atraerá más vocaciones para la Iglesia.
Francisco dijo estas palabras a los sacerdotes, religiosos, seminaristas y catequistas que deben trabajar pastoralmente en un país donde casi el 95% de los 65 millones y medio de habitantes son budistas, el 4% son musulmanes y solo el 0,59% son católicos.
Así, en toda Tailandia solo hay 502 parroquias, 566 centros pastorales, 16 obispos, 523 sacerdotes diocesanos, 312 sacerdotes religiosos, 123 religiosos no sacerdotes, 1.461 religiosas, 57 miembros de institutos seculares, 221 misioneros laicos, 1.901 catequistas y 306 seminaristas.
Asimismo, según dijo el Obispo José Pradhan Sridarunsil en sus palabras de bienvenida, la sociedad tailandesa ha experimentado una serie de cambios positivos y negativos que afectan a las familias y sus valores. "Tailandia se está convirtiendo en una sociedad de personas mayores con todos los todos los desafíos que este cambio social trae consigo", y una disminución de las vocaciones.
A pesar de ello, afirmó Mons. Pradhan Sridarunsil, la Iglesia local es "como una pequeña vela encendida por Cristo en favor de los pobres, la gente vulnerable y excluida. La evangelización empezó en el año 1669 y ha continuado a responder a los signos de los tiempos hasta el momento presente".
Incluso, pese a "la crisis de una disminución de vocaciones", los obispos tailandeses establecieron la Sociedad de Misiones Extranjeras de Tailandia "para aliviar con nuestros sacerdotes y religiosos las necesidades de los países vecinos. Es interesante notar que contamos con un creciente número de candidatos en esta sociedad misionera".