El Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, dijo que él es el responsable de concertar un controvertido préstamo para la compra de un hospital italiano en quiebra, y que además fue él quien coordinó con el Arzobispo Emérito de Washington, Cardenal Donald Wuerl, una subvención de The Papal Foundation para cubrir el préstamo cuando ya no se pudo pagar.
El Cardenal Pietro Parolin comentó esta semana a CNA –agencia en inglés del grupo ACI– que se sintió "obligado" a abordar el asunto "para poner fin a una controversia que nos quita tiempo y recursos de nuestro servicio al Señor, a la Iglesia y al Papa, y además perturba la conciencia de muchos católicos".
"Las operaciones que involucran al IDI me las pueden atribuir", dijo el Cardenal a CNA el 19 de noviembre, e insistió en que sus acciones con respecto al Istituto Dermopatico dell'Immacolata (IDI) eran legales y transparentes.
El Cardenal indicó que él personalmente había acordado un préstamo en 2014 de 50 millones de euros de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), para financiar parcialmente la compra del hospital IDI en quiebra.
El IDI fue comprado en 2015 por una asociación entre la Secretaría de Estado del Vaticano y la orden religiosa que había administrado el hospital en bancarrota por tener una deuda de 800 millones de euros, lo que hizo que algunos de sus antiguos administradores fueran procesados y encarcelados por fraude sistemático y malversación de fondos.
Aunque el Cardenal Parolin dijo que el acuerdo "se llevó a cabo con intenciones justas y medios honestos", es probable que el préstamo de APSA atraiga el escrutinio de los reguladores bancarios europeos, ya que habría violado los acuerdos regulatorios de 2012 que prohíben que la APSA otorgue préstamos comerciales.