Varias organizaciones provida demandaron al estado de Nueva York (Estados Unidos) por una polémica ley abortista que les impone una serie de limitaciones para contar con personal acorde a sus idearios.
"Ningún gobierno tiene el derecho de decirle a las organizaciones provida o religiosas que tienen la obligación de contratar a alguien que no está de acuerdo con su misión", afirmó Ken Connelly, consejero senior de Alliance Defending Freedom (ADF), institución que representa a los demandantes en este caso.
El 14 de noviembre el CompassCare, un centro de atención a embarazadas en Rochester, la First Bible Baptist Church en Hilton, y el National Institute of Family and Life Advocates (NIFLA), que tiene 41 centros en Nueva York, demandaron al estado por la ley SB 660, firmada por el gobernador Andrew Cuomo el 8 de noviembre.
La ley prohíbe a los empleadores tener códigos de conducta respecto a los "derechos reproductivos" como la fertilización in vitro o la vasectomía, y los obliga a informar a sus empleados de su "derecho al aborto".
Un vocero de Cuomo dijo a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que el gobernador promulgó la ley para asegurar que "los empleadores no puedan discriminar o interferir con las decisiones personales médicas o de salud reproductiva. Nosotros defenderemos vigorosamente la norma y las protecciones que confiere para todos los neoyorquinos".
La demanda, agregó, "es frívola y francamente ridícula, y esperamos que sea rechazada por la corte".