MADRID,
Luego de estar en Tailandia, el Papa Francisco arribará en Japón el 24 de noviembre para una visita de cuatro días, donde encontrará una sociedad donde la presión sobre los hogares y los individuos es fortísima, tal como señaló Alfredo Martínez, quien con su familia realiza misiones en este país asiático.
La familia de Alfredo Martínez pertenece al Camino Neocatecumenal, junto con otras familias españolas que forman parte de los 117 misioneros de esta nacionalidad que partieron a Japón para llevar el Evangelio.
El trabajo misionero en Japón consiste "en vivir; vivir como una familia cristiana en un país en el que las familias se destruyen; los niños muchas veces están solos; lo único importante es el trabajo y ganar dinero".
"Es una sociedad con una forma de vida muy dura en la que la presión sobre el individuo es fortísima. Hay unas tasas de suicidio muy altas porque no se puede vivir la soledad sin esperanza", aseguró Martínez en una nota enviada por las Obras Misionales Pontificias (OMP).
En este país asiático los cristianos son una minoría, pues tan sólo representan un 0,42% de la población. Se dedican especialmente a tareas educativas, ya que cuentan con 781 escuelas, y también a la asistencia social con 606 centros sociales, entre los que destacan 274 residencias de ancianos o discapacitados y 121 orfanatos.
OMP también recogió las declaraciones del Obispo de Osaka (Japón), Mons. José Luis Abella, claretiano que destacó la implicación del pueblo japonés ante esta visita.