Hoy la Iglesia Católica celebra la Jornada Mundial de los Pobres, instituida por el Papa Francisco el 21 de noviembre de 2016, al concluir el Jubileo Extraordinario de la Misericordia.
“A la luz del ‘Jubileo de las personas socialmente excluidas’, mientras en todas las catedrales y santuarios del mundo se cerraban las Puertas de la Misericordia, intuí que, como otro signo concreto de este Año Santo extraordinario, se debe celebrar en toda la Iglesia, en el XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario, la Jornada mundial de los pobres”, escribió el Santo Padre en la carta apostólica Misericordia et misera.
En este documento, el Papa Francisco explica que dicha Jornada “ayudará a las comunidades y a cada bautizado a reflexionar cómo la pobreza está en el corazón del Evangelio y sobre el hecho que, mientras Lázaro esté echado a la puerta de nuestra casa, no podrá haber justicia ni paz social”.
En este documento, el Papa Francisco explica que dicha Jornada “ayudará a las comunidades y a cada bautizado a reflexionar cómo la pobreza está en el corazón del Evangelio y sobre el hecho que, mientras Lázaro esté echado a la puerta de nuestra casa, no podrá haber justicia ni paz social”.
En su mensaje para la Jornada del 2024, el Papa Francisco eligió por lema “La oración de los pobres asciende hasta Dios”, tomado del Libro del Eclesiástico, del Antiguo Testamento.
En el texto, el Santo Padre se refiere al Año de la Oración que convocó como preparación al Jubileo Ordinario 2025, para recordar que la esperanza cristiana abraza “la certeza de que nuestra oración llega hasta la presencia de Dios; pero no cualquier oración: ¡la oración del pobre!”.