CIUDAD DE MÉXICO,
Mons. Rogelio Cabrera López, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), destacó la "prudencia" del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sobre temas controversiales como la despenalización del aborto.
En conferencia de prensa este 14 de noviembre y consultado por ACI Prensa sobre la posición de la CEM respecto a la promoción del aborto del partido de López Obrador, Morena, a nivel estatal y federal, Mons. Cabrera López dijo que "el modo de pensar de la Conferencia Episcopal, siguiendo el planteamiento del Santo Padre, (es que) siempre queremos que el tema de la vida se ponga en el contexto de todas las etapas de la vida, nos preocupa la vida en el seno materno, nos preocupa la infancia y los primeros momentos de vida de la persona".
"En cada una de esas etapas de la vida, la autoridad tiene responsabilidades: con el que está en el seno materno, con el niño que necesita ser educado, con los jóvenes que tienen que estudiar y prepararse profesionalmente y tener un empleo, con los que ya viven en la familia, con políticas familiares que les permitan cumplir con el deber de educar a sus hijos y también los hermanos mayores que al final de su vida también necesitan el apoyo de la autoridad".
En la conferencia de prensa, con ocasión de la Asamblea Plenaria de la CEM, que se celebra del 11 al 15 de noviembre, Mons. Cabrera López indicó que "nosotros consideramos que también es un deber de quien nos gobierna cuidar la vida en el seno materno. Y por eso, cualquier decisión que se haga en los congresos locales y en los congresos federales tiene que partir de un diálogo muy auténtico con los ciudadanos".
El también Arzobispo de Monterrey señaló que "me ha parecido muy bien siempre la postura del presidente de la República, que ha sido muy prudente en este asunto. Y no digo que ese cuidado que tiene sea por otra razón sino (que) la razón fundamental es que él sabe que es un tema que puede dividir a la población".
"Los partidos y cada uno de los legisladores de modo personal deben de medir, porque la cualidad, la virtud de un legislador, nunca hay que olvidar, es la prudencia: ¿qué puede pasar con una ley? ¿Qué consecuencias tiene a corto y a largo plazo?".