A través de un comunicado, el Vicario General de la Diócesis de Valdivia, P. Nelson Huaiquimil, expresó su preocupación por los cinco hermanos dehonianos que viven en ese lugar.
"Ellos se encuentran bien, pero sí con el estado natural de impotencia y dolor", describió el comunicado.
El Obispado de Valdivia lamentó el daño patrimonial al espacio que "pertenece a todos los valdivianos y juntos hemos de cuidarlo".
"Agradecemos a las personas que han ayudado a custodiar, limpiar el templo y personas de buena voluntad que rechazan todo tipo de violencia, conscientes de que allí opera un comedor solidario".
En su mensaje, expresó que rechazan las muertes y los heridos civiles y de las fuerzas armadas, así como las "personas que han sufrido destrozos en sus lugares de trabajo, nuestras comunidades originarias, pescadores, campesinos, pequeños emprendedores, empresarios, etc".
En ese sentido, manifestó su solidaridad "con todos aquellos que a lo largo de la historia han sido despojados y sufrido distintos destrozos en su dignidad y desarrollo integral como personas o grupos, que han sido fruto de tantas injusticias y cuyo grito ahora también clama al cielo. Estamos convencidos que "¡El fruto propio de la justicia es la paz!".