CIUDAD DE MÉXICO,
Hace 23 años un joven seminarista en el último año de Teología se cuestionaba cómo poder ayudar a los divorciados vueltos a casar. La respuesta que encontró el hoy secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y Obispo Auxiliar de Monterrey, Mons. Alfonso Miranda Guardiola, lo ayudó a acercar nuevamente a la Iglesia a muchos católicos "publicanos".
"El tema pastoral de los divorciados vueltos a casar es fascinante y tomó mi corazón", explicó a ACI Prensa Mons. Miranda Guardiola, hoy de 53 años, en una reciente entrevista.
Corría el año 1996 y Mons. Miranda Guardiola era un seminarista que debía realizar una tesina, y estudiaba en la Universidad Pontificia de México, en Ciudad de México.
Aseguró que la idea de la atención pastoral a los divorciados en nueva unión "fue un regalo de Dios, porque no hubo una motivación, una causa, más que la curiosidad intelectual, la necesidad de hacer una tesina y un tema que fuera atractivo".
Otro seminarista, recordó, abordó el tema desde el punto de vista del derecho canónico, mientras que él lo tomó desde la moral, la pastoral y el dogma.
En uno de los primeros encuentros con divorciados, mientras intentaban con su compañero de estudios hacer el caso teórico-práctico, uno de ellos le dijo algo que le ha quedado marcado hasta hoy: "Qué bueno que ustedes vienen, porque nos sentimos como los perritos del Evangelio, esperando que las migajas caigan de la mesa para poder tomarlas".