CIUDAD DE MÉXICO,
¿Qué hay de malo en recurrir a la fecundación in vitro, también conocida como fecundación asistida, y por qué no “ayudar” a parejas que realmente quieren tener hijos y no pueden? Aquí la respuesta de un sacerdote católico mexicano.
En un video de 2019 publicado en su canal Teología para Millenials, el P. Mario Arroyo, doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz de Roma, explicó que se debe “considerar la persona como un valor intangible, como un valor que no puedo supeditar a otro tipo de intereses”
“Nadie tiene derecho a tener hijos, los hijos son un don de Dios”, precisó, por lo que “no debo ver la vida como puedo ver un carro, un refrigerador, una casa, algo a lo que tengo derecho”.
El sacerdote, catedrático de la Universidad Panamericana en Ciudad de México, lamentó que se hayan dado casos “de personas que demandan a la compañía que les hizo el trabajo porque llegó el producto ‘defectuoso’”, como si se tratara de “una computadora o un carro”.
El presbítero lamentó esta realidad en la que los padres tratan al nuevo ser como un "producto" y ya no lo quieren.
Puso como ejemplo la situación en que el resultado de la fecundación in vitro es un bebé con síndrome de Down, una de las causas de aborto cada vez más frecuentes en el mundo.