MADRID,
La Corte Penal Internacional condenó el pasado 7 de noviembre a 30 años de prisión al "señor de la guerra" Bosco Ntaganda, culpable por haber cometido crímenes de lesa humanidad y de guerra en la localidad de Ituri, en la República Democrática del Congo entre los años 2002 y 2003.
Ntaganda cometió estos crímenes cuando era jefe adjunto del Estado Mayor y comandante de las Fuerzas Patrióticas para la Liberación del Congo.
Este "señor de la guerra", conocido como "Terminator", fue condenado por 18 crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. Los magistrados también precisaron que se hicieron averiguaciones más extensas sobre el asesinato de "un número no cuantificado de personas, lo que significa que el asesinato se cometió a gran escala".
También fue condenado por violaciones, esclavitud sexual y desplazamiento forzado de las comunidades Lendu en zonas ricas de oro, así como por reclutar niños menores de 15 años y utilizarlos para luchar en la frontera con Ruanda y Uganda, ricas en recursos.
El servicio de información de la ONU señala que entre la larga lista de crímenes está el asesinato del clérigo Abbé Bwanalonga, en la aldea de Mongbawalu (Rep. Dem. Del Congo) rica en oro.
El asesinato de este sacerdote causó un impacto devastador en quienes le conocieron, además señalan que su muerte "fue relevante entre el clero y la población". De hecho, tres religiosas fueron secuestradas junto al sacerdote y presenciaron su muerte, pero aún no han podido hablar de ello.