MADRID,
El Cardenal Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, presidió la beatificación de la Madre Maria Emilia Riquelme Zayas en la Catedral de Granada (España).
El Cardenal Becciu explicó que San Pablo en las lecturas de la Misa de hoy ofrece un criterio con el que medir la vida cristiana; "un parámetro para verificar cuánto ha crecido la Gracia que en el Bautismo se sembró en nosotros: ¡el ser templo del Espíritu de Dios!".
Según afirmó el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, esta conciencia de ser templo del Espíritu de Dios marcó toda la existencia de la Beata María Emilia Riquelme y Zayas, fundadora de las Misioneras del Santísimo Sacramento y de María Inmaculada.
"Hoy recibe el reconocimiento de sus virtudes y de su santidad de vida, porque en ella veneramos a una cristiana ejemplar, un alma de Dios, separada de todo lo mundano. Nos encontramos frente a una mujer de gran fervor religioso, cuya existencia se centró en el Señor, a quien ella reservó el primer lugar. Todo esto fue posible gracias a su fe profunda y viva en el misterio de Dios, que fue la luz que la iluminó hasta el final", precisó.
También destacó la fe de la Beata María Emilia Riquelme que se manifestó "en la total obediencia al Padre y en el carisma de oración y meditación".