La improbable amistad entre un controvertido médico abortista y un católico local muestra el impacto del encuentro y la amistad en la difusión del Evangelio, dijo un sacerdote de Indiana después de la muerte del abortista.
El 16 de septiembre, la policía inició una investigación luego de que se encontraron más de 2 mil restos de niños abortados en la antigua casa del médico especialista en abortos Ulrich "George" Klopfer en el condado de Will, Illinois (Estados Unidos).
Klopfer de 75 años, falleció cerca de una semana antes que los restos fetales fueran descubiertos en su propiedad. Había invertido cuatro décadas realizando abortos en clínicas de Indiana e Illinois.
Por cuatro años, las prácticas abortivas de Klopfer fueron criticadas por la falta de garantías. Su licencia fue suspendida en 2016 por no tener el cuidado razonable y violar los requisitos de documentación, según informes locales.
En una homilía el 15 de septiembre, el P. Dan Scheidt de la parroquia católica St. Vincent de Paul en Fort Wayne (Estados Unidos) comentó que un feligrés de la iglesia se había vuelto amigo de Klopfer mientras estaba vivo. El feligrés, que no fue nombrado en la homilía, rezaba habitualmente fuera de una de las clínicas donde trabajaba Klopfer, y los dos eventualmente se conocieron.
"Incluso después de que su licencia [médica] fuera retirada por el estado, George Klopfer siguió regresando a su clínica cerrada para sentarse en el automóvil del feligrés de la parroquia de St. Vincent y hablar. Todos los jueves, George Klopfer conducía desde Chicago para estar con su amigo".