El P. Hans Zollner es un sacerdote jesuita experto en la prevención y erradicación de abusos sexuales dentro de la Iglesia. En una entrevista concedida al programa Cara a Cara de EWTN emitido recientemente, explicó que la crisis de abusos sexuales en la Iglesia "es una lección de humildad muy difícil de aprender, porque hay que admitir que no siempre logramos encarnar el ideal que proclamamos".
Y se centra en una pregunta más profunda, "cómo se ha llegado a un estado en el que uno defiende o ha defendido una imagen de la Iglesia olvidando el contenido principal, es decir, el mensaje fundamental de que Jesucristo es pobre, obediente, casto, que ha dado su vida, que se ha dado a sí mismo hasta ser crucificado… Y que no se defiende a ella ni a su institución, cuando especialmente ha contribuido a las heridas de personas que fueron confiadas por sus familias a la Iglesia misma".
El P. Zollner aseguró que la sociedad afronta este tipo de problemas cuando "está preparada para hablar del tema. En Alemania llegó este momento hace 10 años y no hace 30 como en Canadá o Estados Unidos".
"Hay un desarrollo de la opinión pública y en la disponibilidad de hablar de este tema que está relacionado con la capacidad de hablar de sexualidad y malas conductas en la vida sexualidad. Tiene que haber una libertad de hablar de esto y disponibilidad de los medios de comunicación de divulgar las noticias. Además de la voluntad de las víctimas de abusos de presentarse no sólo a la policía y a las autoridades eclesiales sino también para hablar en público, y eso hace 10 años en Alemania no hubo o hubo muy pocos casos de personas abusadas y que hablaron públicamente de ello", precisó.
Según explicó, la percepción de la sociedad ha cambiado "porque las razones de malas conductas de sacerdotes que han cometido abusos sexuales a menores de edad es una cuestión profunda y compleja".
"No son todos los religiosos o sacerdotes los que han abusado o abusan, pero la percepción pública es que hay una responsabilidad mayor cuando se habla de un sacerdote porque proclamamos una teología moral y proclamamos el Evangelio, diciendo que queremos vivir con consistencia nuestra vida en la caridad con las personas", afirmó.