Muchos se mostraron insensibles ante el principio fundamental apostólico de respeto a la conciencia del otro proclamado y hecho efectivo por el Apóstol como en Romanos 11,1 y siguientes. Muchos olvidan que el principio primero y último del discernimiento y acción en la Iglesia, la ley suprema de la misma es la caridad, especialmente con los "pequeños". Ante el débil, el hermano cristiano está obligado por la ley de la caridad, "la ley del espíritu que da vida" (Rom 8,1-4), a acoger al "débil en la fe" con amor comprensivo, que lo haga renunciar de hecho a su derecho, en virtud del supremo mandamiento de la caridad: "Acoge al débil en la fe sin querer discutir sus opiniones" (Rm 11,1).
"Cuida ante todo de no colocar tropiezo o escándalo ante vuestro hermano" (13). Y aquí se colocaron muchos tropiezos de manera que muchos hermanos cayeran. Los motivos según la doctrina apostólica son evidentes. Si por causa de un alimento (imagen) tu hermano queda entristecido "sucumbiendo al escándalo o viendo a su hermano cometer una acción que él reprueba, ya no procedes por amor" (vs.15). El efecto de este comportamiento frío e insensible es devastador: "Estás haciendo perecer por causa de tu alimento (imagen) a alguien por quien Cristo murió" (ibidem 15b). Esto lleva necesariamente a la destrucción de la obra de Dios que es la propia persona débil (vs.15) o la comunidad cristiana (1 Cor 3,9).
Esta es la regla suprema también en nuestros tiempos: "Nosotros los fuertes debemos cargar las fragilidades y no buscar la propia satisfacción" (Rm 15,1). Todo esto recibe confirmación plena en el texto paralelo de la primera Carta a los Corintios 8, vs. 10-13. Esta es la suprema ley del Evangelio. Muchos "pequeños" ignorantes, pobres, sobre todo en la Amazonía se quedaron golpeados en su conciencia con consecuencias para la fe y para la comunión eclesial de trascendencia difícilmente imaginables. Hechos que claman al cielo.
Por último, ¿Qué es el escándalo?
El Catecismo de la Iglesia Católica (N.2284 y siguientes) trata del escándalo cuando estudia el quinto mandamiento de la ley de Dios "No matarás" en la segunda parte. El título es "El respeto a la dignidad de las personas. El respecto al alma del otro: El escándalo". Se trata por lo tanto de un ataque a los derechos humanos y divinos.
El escándalo es la actitud o el comportamiento que lleva a otro a practicar el mal. Aquel que escandaliza se convierte en el tentador del prójimo, arrastra a su hermano a la muerte espiritual. El escándalo constituye una falta grave si por acción u omisión se conduce deliberadamente a otro a una falta grave (CIC 2284).
El escándalo se reviste de una gravedad particular en virtud de la autoridad de los que lo causan o de la debilidad de los que lo sufren. En este caso del Papa, algunos cardenales, obispos, asesores, etc. o de los "débiles", de los que lo sufren, en general de gran parte del pueblo amazónico: indígenas, afrodescendientes, ribereños, analfabetos, cristianos poco evangelizados… y también del mundo entero.
"El escándalo es grave cuando es dado por aquellos que por naturaleza o por su función deben enseñar y educar a los otros". (CIC 2285) (Conf. nota 469 1Cor 8,10-13).
Volviendo al texto de la primera de Corintios, el asunto de las carnes sacrificadas a los ídolos, Pablo habla severamente a los "fuertes", los "libres", los "bien formados", diciendo: "y así, por causa de tu ciencia perecerá el débil, el hermano por el cual Cristo murió" (1 Cor 10,10-11). "Así pecáis contra vuestros hermanos, así herís su conciencia, así pecáis contra Cristo, contra la comunidad, contra la Iglesia, contra el Cuerpo de Cristo" (vs12) también y especialmente en la Amazonía. Por eso "si un alimento (imagen) es ocasión de caída para mi hermano nunca comeré carne" (vs 13), dice el apóstol.
En relación a los acontecimientos de las imágenes en Roma también son válidas como nunca las palabras del Catecismo: "El escándalo es grave cuando…" (final del número 2285) se entiende lógicamente de quien llevó deliberadamente a otro a una falta grave (2284 final).
Para concluir, es necesario recordar que: "La autoridad será ejercida legítimamente si procura el bien común del grupo en cuestión y si para alcanzarlo se usa medios moralmente lícitos. Se sucede que los dirigentes promulgan leyes injustas o toman medidas contrarias al orden moral, estas disposiciones no podrán obligar a las conciencias". "En este caso la propia autoridad deja de existir degenerando en abuso de poder" (Pacem in terris 51; CIC 1903).
Lo que se refiere directamente a la autoridad humana en este numeral tiene evidentemente aquí una aplicación mucho más exigente y grave, tratándose de la salvación eterna, del Cuerpo de Cristo, de su unidad, de la "comunión íntima con Dios" (Lumen Gentium 1). El escándalo, por otra parte puede ser provocado por la ley o por las instituciones (N. 2287).
Finalizando, es imposible colocar sobre el mismo altar o en el mismo templo la imagen de Nuestra Señora de Nazaré, Madre de Dios y de la Iglesia; y la imagen de la Pachamama, la diosa de la fecundidad y de la sacralidad de la vida.
Así como es imposible adorar a Jesús el Hijo de Dios vivo y adorar a Astarté (Pachamama, Madre Tierra) en los Jardines del Vaticano como fue adorada al inicio del Sínodo.
Es imposible por lo tanto "beber el cáliz del Señor y el cáliz de los demonios, participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios. Porque no quiero que entréis en comunión con los demonios" (Conf. 1 Cor 10,20-21). "¿O queremos provocar el celo del Señor? (Por el ídolo del celo de la cólera. Ezequiel 8,5). ¿Seríamos más fuertes que él?" (vs 22)
¡Viva Nuestra Señora de Nazaré!
¡Viva Nuestro Señor Jesucristo!
¡Viva el Papa!
1 de noviembre de 2019
Anajás (Marajó) Amazonía
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