VATICANO,
"No hemos nacido para la muerte, sino para la resurrección", afirmó el Papa Francisco al inicio de su homilía de la Misa celebrada este lunes 4 de noviembre en la Basílica de San Pedro del Vaticano en sufragio por los Cardenales y Obispos fallecidos en el transcurso de este año.
Francisco destacó que, "como dice Jesús en el Evangelio, resucitaremos en el último día". "Hoy podemos preguntarnos: ¿qué me sugiere el pensamiento de la resurrección? ¿Cómo respondo a la llamada a resucitar?".
Una primera clave se encontraría en la invitación Evangélica que realiza el mismo Cristo: "Venid a mí". "Ir donde Jesús, el Vivo, para vacunarse contra la muerte, contra el miedo a que todo termine", dijo el Santo Padre.
El Santo Padre invitó a poner esa exhortación espiritual en práctica: "Hoy, en el trabajo que he realizado en la oficina, ¿me he acercado al Señor? ¿He mantenido un diálogo con Él? Y con las personas con las que me he encontrado, ¿he involucrado a Jesús, los he llevado a Él en la oración? ¿O quizás lo he hecho todo quedándome en mis pensamientos, alegrándome únicamente de aquello que me ha ido bien y lamentándome de aquello que me ha ido mal?".
En definitiva: "¿Vivo caminando hacia el Señor o giro sobre mí mismo? ¿Cuál es la dirección de mi camino? ¿Busco únicamente quedar bien, salvaguardar mi papel, mis tiempos, mis espacios, o voy hacia el Señor?".
"Hoy, mientras rezaos por nuestros hermanos Cardenales y Obispos, que dejaron esta vida para ir al encuentro del Resucitado, no podemos olvidar la salida más importante y más difícil, que es la que da sentido a todas las demás: la salida de nosotros mismos. Sólo saliendo de nosotros mismos abrimos la puerta que conduce al Señor".