VATICANO,
El Papa Francisco animó a servir con competencia y compasión a las personas que tienen algún tipo de discapacidad.
Así lo indicó el Santo Padre este jueves 31 de octubre al recibir en el Aula Pablo VI a más de cinco mil personas de la fundación Gnocchi, entre los que estaban los dirigentes, empleados, pacientes con sus familias y voluntarios, en ocasión del décimo aniversario de la beatificación de su fundador, P. Carlo Gnocchi.
"No se cansen de servir a los últimos en la difícil frontera de la enfermedad y la discapacidad: junto con las más avanzadas terapias y técnicas para el cuerpo, ofrezcan las medicinas del alma, es decir, el consuelo y la ternura de Dios, a los que con confianza se dirigen a sus estructuras", animó el Papa.
Durante su discurso, el Santo Padre animó a los presentes a continuar el ejemplo de su fundador, el beato Carlo Gnocchi, a quien llamó "apóstol de la caridad" porque "sirvió heroicamente a Cristo en los niños, los jóvenes, los pobres y los que sufren, desde el comienzo de su ministerio sacerdotal, como un educador apasionado".
El P. Carlo, como capellán militar, "conoció la crueldad de la Segunda Guerra Mundial, primero en el frente greco-albanés, luego, con los Alpinos de la División 'Tridentina', en la dramática campaña de Rusia".
Después de la retirada de ese frente, el beato Gnocchi "trabajó incansablemente por los heridos y moribundos, y pensó en el diseño de una obra a favor de los huérfanos y niños mutilados por el estallido de los artefactos de guerra" y de regreso a Italia realizó este proyecto que "no fue solo una empresa social, sino movida por la caridad de Cristo. Una obra, un fruto de la caridad de Cristo", explicó el Papa.