Amir Masih, un barrendero cristiano, encontró en una bolsa hojas de la Biblia y el Corán. Llevó las hojas a una tienda para evitar que terminara en la basura, pero el dueño de la tienda le acusó de blasfemia, lo que podría haber hecho que terminara condenado a muerte, de no ser por el trabajo de los agentes de policía que consiguieron demostrar su inocencia.
El 26 de octubre Amir Masih, barrendero cristiano residente en Yousafadab, encontró una bolsa que contenía páginas de la Biblia y del Corán. Su trabajo consiste en recoger los deshechos y seleccionarlos para el reciclaje para venderlos a empresas interesadas.
Al recoger los desperdicios encontró las páginas de los textos sagrados. Para asegurarse que eran del islam fue a una tienda musulmana para que los examinaran. Pero al verlo, el comerciante comenzó a gritar acusando a Amir de ser un "sucio recolector de residuos". Sus gritos atrajeron la atención de otros musulmanes que arrastraron al cristiano hasta la mezquita.
El imán avisó por los altavoces que habían detenido a un cristiano blasfemo, invitando a otros imanes de mezquitas vecinas a castigar al culpable y a quemar las casas de los cristianos. La mayor parte de los fieles cristianos dejaron sus casas por miedo. La comunidad pidió la intervención de la policía que arrestó al barrendero y le advirtió que habría sido condenado si se le hubiera encontrado culpable.
Según informa Asia News, Amir explicó que no recordaba el lugar exacto en el que encontró la bolsa, porque cada día recoge las basuras de cientos de casas. Reconstruyendo los hechos, explicó que no se esperaba que el negociante le acusara precisamente a él, que le había llevado los textos sagrados para evitar que terminaran en el basurero.
Después de una investigación y los interrogatorios de rigor, los agentes se dieron cuenta de que el cristiano no conocía las implicaciones de haber encontrado las páginas de la Biblia y el Corán, y que podría haberle costado una acusación contra la ley de blasfemia.