VATICANO,
El Papa Francisco animó a tener fe en la oración porque "la oración hace milagros" aunque, a veces, "no creemos en el milagro de la oración, no creemos aquello que dice Jesús: 'Pedid y se os dará', no creemos en el Padrenuestro que tiene tanta fuerza".
El Santo Padre se expresó así en el discurso que pronunció ayer viernes 25 de octubre ante los participantes en el Capítulo General de la Orden de los Siervos de María, a los que recibió en el Palacio Apostólico del Vaticano.
En su discurso, el Pontífice recordó a los fundadores de la Orden, los conocidos como Siete Santos Fundadores. Eran estos siete comerciantes de la ciudad de Florencia, durante el siglo XIII, unidos por su amistad y por su devoción a la Virgen. Sus nombres eran Alessio Falconieri, Amadio, Buonagiunta, Buonfiglio, Manetto, Uguccione y Sostegno.
Su devoción los llevó a abandonar sus actividades comerciales y, después de vender sus bienes y repartir su dinero entre los pobres, retirarse al Monte Senario a rezar y a hacer penitencia para santificarse.
De hecho, la oración fue el tema principal del discurso del Pontífice: "Ser siervos de la Virgen, de la esperanza, en un tiempo que cambia es posible únicamente con la oración. Vuestros siete fundadores, primero de todo, se retiraron a rezar. ¡Y rezaron bien!".
"Mi recomendación es que no dejéis la oración. Es el fundamento de vuestra vida. La oración es como pedir limosna a la Virgen: 'Ayúdame a ser un siervo fiel'. Esta oración es fecunda y os dará vocaciones y muchas cosas. La oración es el instrumento que hace milagros".