En el difícil contexto social que vive Chile, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de ese país (Cech), pidió "evitar más derramamiento de sangre" y velar por el respeto de los derechos fundamentales.
A la fecha, 15 regiones en Chile se encuentran en estado de emergencia luego de los violentos incendios y saqueos ocasionados el fin de semana. En algunas zonas se decretó toque de queda, que limita la libertad de desplazamiento y reunión durante la noche.
Sin embargo, existe preocupación por la extrema violencia con la que se ha intentado restablecer el orden. Hasta el momento los disturbios han dejado 15 fallecidos y unos 2.600 detenidos.
"La vida de todos quienes vivimos en Chile y el respeto a la dignidad y los derechos de cada persona y la inculcación de sus deberes ha de ser una preocupación de todos nosotros", aseguraron en la carta titulada "Levantarnos de la mano de la justicia y el diálogo" emitida el 24 de octubre.
"Unidos al dolor de los familiares de quienes han perdido la vida y de tantos que han resultado heridos, llamamos a todas las personas que se están manifestando y a los organismos y autoridades competentes a velar por el respeto de los derechos fundamentales, el trato ajustado a derecho de las personas detenidas y el respeto a los servidores públicos llamados a mantener el orden y la seguridad de acuerdo a las normas que la ley consagra", agregaron.
"Evitar más derramamiento de sangre tiene que ser para todos la principal motivación en este momento para construir efectivamente la paz social. Los caminos de vida y unidad jamás se construyen con la muerte de compatriotas ni atropellando la dignidad de las personas, de todas las personas, independiente de su condición".