Una imagen de la Virgen María ubicada en un monolito de la Ruta 30 en la ciudad de Chivilcoy (Argentina) fue destruida por desconocidos.
Una vecina que transitaba por el lugar la mañana del martes 22 de octubre se percató que la puerta de vidrio del monolito estaba abierta y la imagen mariana estaba destrozada en el suelo.
En un mensaje remitido a la prensa, Claudio Venchiarutti, abogado que se enteró del hecho, interpuso una denuncia ante el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), ya que se trata de "una profanación de una imagen sagrada para la comunidad católica, una falta total de respeto a la libertad de culto y al resguardo de sus símbolos".
El hecho fue "una clara ofensa a los sentimientos religiosos de la comunidad católica", "no se puede permitir la indiferencia ante tales eventos", sostuvo.
En ese sentido, Venchiarutti aseguró que "de haberse producido un hecho similar contra otros cultos, rápidamente se hubiera sensibilizado la cuestión y se adoptarían medidas en virtud de los reclamos que surgirían".
El vecino de Chivilvoy alentó además a realizar "acciones sólidas y concretas para restringir este tipo de atentados contra nuestra religión y sus símbolos sagrados".