En medio del difícil contexto social por el que atraviesa Chile, líderes de la Asociación de Diálogo Interreligioso de ese país (ADIR) llamaron con urgencia a generar un gran pacto social que permita dialogar y así frenar la violencia.
Pasado el mediodía del viernes 19 ocurrieron violentas manifestaciones en Santiago de Chile desatadas por el alza del precio del transporte público en la capital, pero que conlleva, además, otras demandas sociales.
Decenas de estaciones del tren subterráneo y calles de la capital fueron quemadas al finalizar el día, provocando caos para millones de chilenos que regresaban a sus hogares luego de la jornada laboral.
La gravedad de los hechos hizo que el presidente de Chile, Sebastián Piñera, decretase el estado de emergencia con el fin de que la policía reestableciera el orden.
Al día siguiente, mientras miles de personas se manifestaban en forma pacífica, grupos de encapuchados aprovecharon la ocasión para seguir destruyendo y quemando nuevas estaciones del metro, la vía pública, edificios públicos y privados, y decenas de supermercados.
La situación se repitió en otras ciudades del país, obligando al presidente a sumar el "toque de queda" para la capital y estado de emergencia en las otras regiones. Desde entonces, las Fuerzas Armadas están al mando de la seguridad pública con la colaboración de los Carabineros.