VATICANO,
El Papa Francisco animó a ser misioneros y a renunciar a las cosas materiales inútiles "que empequeñecen el corazón" porque el secreto de la misión es que "para partir se necesita dejar, para anunciar se necesita renunciar".
Así lo indicó el Santo Padre al celebrar la Misa por la Jornada Misionera Mundial este domingo 20 de octubre, en la que explicó que "el anuncio creíble no está hecho de hermosas palabras, sino de una vida buena: una vida de servicio, que sabe renunciar a muchas cosas materiales que empequeñecen el corazón, nos hacen indiferentes y nos encierran en nosotros mismos; una vida que se desprende de lo inútil que ahoga el corazón y encuentra tiempo para Dios y para los demás".
"Podemos preguntarnos: ¿Cómo es mi subida? ¿Sé renunciar a los equipajes pesados e inútiles de la mundanidad para subir al monte del Señor?", cuestionó el Papa.
En su homilía, el Pontífice describió que para vivir la misión es necesario "subir al monte a rezar por todos y bajar del monte para hacerse don a todos".
"El monte nos recuerda que los hermanos y las hermanas no se seleccionan, sino que se abrazan, con la mirada y, sobre todo, con la vida. El monte une a Dios y a los hermanos en un único abrazo, el de la oración. El monte nos hacer ir a lo alto, lejos de tantas cosas materiales que pasan; nos invita a redescubrir lo esencial, lo que permanece: Dios y los hermanos", afirmó.
En este sentido, Francisco señaló que "la misión comienza en el monte: allí se descubre lo que cuenta. En el corazón de este mes misionero, preguntémonos: ¿Qué es lo que cuenta para mí en la vida? ¿Cuáles son las cumbres que deseo alcanzar?".